La EVOLUCIÓN como ciencia es una rama de la
biología que estudia las transformaciones que han dado como consecuencia la
gran diversidad de formas vivientes en nuestro planeta, desde el origen de la
vida hasta la actualidad. La Evolución, como
proceso biológico, fue descrita por Charles Darwin en 1859 en “El origen de las
especies”, obra que sistematizaba y completaba ideas propuestas con anterioridad
por un buen número de precursores como Lamarck, Wallace o su propio abuelo
Erasmo Darwin.
Las células eucariotas
son mayores y presentan una mayor organización que las procariotas disponiendo
de una gran cantidad de orgánulos que desempeñan funciones concretas. Su ADN
está contenido en el núcleo protegido por una membrana permeable y el material
genético se organiza formando bloques (los “cromosomas”). Por fin, y gracias a
todo lo anterior, entre ellas se generalizó rápidamente la reproducción sexual
que permite el intercambio de información genética entre los distintos
individuos y, por tanto, otorga una mayor plasticidad adaptativa a las especies
y favorece la evolución. La aparición de los eucariotas ha sido una de las
etapas más importantes de la evolución. De no haberse producido, no habría sido
posible la existencia de los pluricelulares y la vida, probablemente, no habría
superado la complejidad de las bacterias. Hace unos 350 millones de años había
ya suficiente desarrollo de la vegetación en tierra firme como para hacer
posible que algunos grupos de invertebrados colonizaran el medio terrestre.
También en esta época empezaron a aparecer los primeros grupos de
invertebrados, a partir de grupos primitivos de equinodermos o antepasados de
éstos. Ésta teoría se basa en el parecido que existe entre los primeros estados
de desarrollo embrionario en los grupos de equinodermos y cordados. La
característica que proporciona el nombre a los cordados es la presencia de un
endoesqueleto rígido, la notocorda. En los cordados primitivos, llamados
procordados, ésta se mantiene, mientras que en los más evolucionados queda
sustituida por una estructura rígida que engloba el sistema nervioso original,
la columna vertebral. Estos cordados reciben el nombre de vertebrados. Los
procordados más típicos son las ascidias, pequeños organismos en forma de
barril que viven en el fondo de los océanos y cuyo aspecto recuerda más a un
pólipo que a un vertebrado. Aunque en un principio parece muy improbable que
exista algún parentesco evolutivo entre estos procordados primitivos y los
vertebrados, hoy se sabe que aquéllos representan el nexo de unión entre
vertebrados e invertebrados. Los primeros invertebrados se originaron por el
mantenimiento de los caracteres de las larvas de animales que vivían fijos
(procordados). Aparecieron hace unos 500 millones de años y llevaban una vida
muy activa; esto determinó una estrecha relación con el medio, que se vio
favorecido por el desarrollo de los órganos de los sentidos y del sistema
nervioso. También fue fundamental la aparición de una estructura rígida interna
que les servía de soporte y facilitaba su movimiento: la columna vertebral. El
grupo de los peces es el más primitivo dentro de los vertebrados. Aparecieron
en agua dulce, y su alimentación era muy semejante a la de los anfioxos. Pero
debido a un cambio climático importante, muchas lagunas se secaron, lo que
favoreció la proliferación de los peces capaces de respirar, al menos en alguna
fase de su vida, el oxígeno atmosférico. Nace así un nuevo grupo los anfibios,
que aún no se han independizado totalmente del medio acuático. Los reptiles
procederían de un determinado grupo de anfibios. El grupo de los reptiles
produjo hace unos 175 millones de años una gran variedad de especies de gran
tamaño conocidas con el nombre genérico de dinosaurios. Éstos llegaron a
predominar durante esta época, colonizando todo tipo de medios. Pero por causas
que todavía no se pudieron determinar, los dinosaurios se extinguieron hace
unos 65 millones de años. Los primitivos reptiles evolucionaron en dos sentidos
distintos: una primera línea dio origen a los reptiles actuales y a las aves. También
a partir de los reptiles apareció un grupo que consiguió mantener constante la
temperatura de su cuerpo. A partir de este grupo, otra línea evolutiva dio
lugar a los mamíferos. Éstos experimentaron una gran expansión al desaparecer
los dinosaurios, adaptándose así a una gran cantidad de hábitats y modos de
vida.
Parece ser que los primeros seres “prehumanos” comenzaron a
caminar de pie hace ya más de cinco millones de años. Al hacerlo, sus
extremidades delanteras quedaron libres y pudieron evolucionar hasta
convertirse en manos. El volumen del cerebro de esos seres vivos se triplicó
durante los siguientes tres millones de años y los “prehumanos” se convirtieron
en “protohumnaos”. Eran capaces de utilizar piedras y madera a modo de
utensilios. Y como el material de esos instrumentos de los primeros humanos era
la piedra, se denomina Edad de Piedra a los primeros 500.000 años de la
historia de la humanidad.
APARICIÓN DE LA VIDA EN LA TIERRA
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